Los Pumas recibieron a dos pequeños seguidores en su visita del pasado fin de semana a la ciudad de Guadalajara, donde se enfrentaron al equipo de las Chivas.
Uno de ellos fue Ángel David, de 12 años, quien padece osteosarcoma y que en diciembre pasado iba a ser embajador en el juego de los Pumas en las semifinales contra Atlas. Sin embargo, fue llevado de emergencia al hospital y se le tuvo que amputar una pierna.
También estuvo presente Ángel Santiago, de ocho años, quien tiene una discapacidad que lo mantiene en una silla de ruedas.
Ambos pudieron asistir al hotel de concentración a conocer a los futbolistas del Club Universidad y además recibieron una playera personalizada cada uno.
Sin duda, se trató de una experiencia enriquecedora para todos, ya que los dos pequeños aficionados pudieron tener el acercamiento que anhelaban con los jugadores y estos últimos pudieron darse cuenta del carácter que demuestran los dos Ángeles cada día para salir adelante en la vida.